¿Tu iPhone va lento tras actualizar a iOS 26? Aquí tienes la solución
Si después de actualizar tu iPhone a iOS 26 sientes que el dispositivo se congela, va más lento que una tortuga o simplemente no responde como debería, no te preocupes. No eres el único que ha pasado por esto. Es bastante común experimentar problemas de rendimiento tras un cambio de sistema. Así que, vamos a ver qué podemos hacer para recuperar la velocidad y fluidez que esperas.
Consejos para arreglar el lag en tu iPhone
Primero, es normal notar una pequeña caída en la duración de la batería y algunas dificultades menores al principio. Esto sucede porque tu iPhone trabaja a tope para indexar archivos y organizar todo después de una actualización importante o cuando configuras un modelo nuevo, como el iPhone 17.
Sin embargo, si ya han pasado unos días y sigues sintiendo esos molestos lags y congelamientos, aquí van unos tips:
- Actualiza tu iOS: Asegúrate de estar en la última versión disponible. Ve a Ajustes > General > Actualización de software, instala lo que falte y verás cómo mejora.
- Desactiva los modos de ahorro: La función de Poder Adaptativo, activada por defecto en los últimos modelos, puede ser un verdadero freno si notas una baja en el rendimiento. Desactívala desde Ajustes > Batería > Modo de Poder.
- Verifica tu conexión a internet: Muchas aplicaciones dependen del Wi-Fi o datos móviles. Si estas conexiones son lentas o inestables, podrías pensar erróneamente que el problema es del teléfono.
- Mantén tus apps actualizadas: A veces olvidamos actualizar las aplicaciones tras un cambio de sistema. Visita la App Store y asegúrate de tener todo al día.
No olvides cuidar la temperatura del dispositivo: si hace mucho calor o frío, puede ralentizarse intencionadamente para protegerse. Coloca tu iPhone en un lugar fresco y moderado.
Cierra las aplicaciones problemáticas: a veces forzar el cierre y volverlas a abrir puede hacer maravillas. Y si nada funciona, reinicia tu dispositivo; eso suele resolver muchos problemas temporales.
También es crucial liberar espacio: menos de 1 GB disponible puede causar fallos e interrupciones. Elimina lo innecesario —aplicaciones viejas, fotos— y reinicia nuevamente.
Por último, revisa la salud de la batería: si está muy desgastada podría estar afectando al rendimiento general del teléfono.


