El ingenio humano va más allá de Neuralink
Brad Smith, un valiente pionero en el uso de la tecnología BCI, ha encontrado formas creativas de mejorar su vida diaria tras recibir un implante de Neuralink. Este dispositivo, que conecta su cerebro con una computadora, le permite interactuar con el mundo de maneras inesperadas. Pero lo curioso es que no se ha limitado a lo que le ofrecieron; él mismo ha innovado.
Un enfoque diferente
Smith no se conformó con lo básico. Al darse cuenta de que necesitaba una mejor visión periférica para seguir a su hijo durante un partido de fútbol, decidió acoplar una webcam a su sistema. “Ellos no entendían por qué quería eso”, explicó. Sin embargo, se lanzó a investigar y encontró la Insta360 Link 2, un modelo sencillo pero efectivo para sus necesidades.
Soluciones ingeniosas para desafíos cotidianos
A través de esta webcam, Brad puede mover la cámara con su mente y disfrutar momentos familiares como nunca antes. ¿Quién dice que los límites son solo eso? A veces son oportunidades disfrazadas. Su historia resuena en el ecosistema BCI: muchos usuarios tienen que ingeniárselas y combinar dispositivos comunes con tecnología avanzada para superar barreras. Como dice Nathan Copeland, otro usuario entusiasta: “BCIs son solo herramientas; hay que adaptarlas a nuestras vidas”.


