El verdadero problema de los Pixels no es Tensor, somos nosotros

Cuando un nuevo Google Pixel sale al mercado, la crítica no se hace esperar. En este caso, el foco está en el chipset Tensor, que muchos consideran insuficiente para lo que Google cobra por sus teléfonos. A decir verdad, Google ha cometido errores y ha recibido críticas merecidas a lo largo de los años. Pero aquí va una reflexión: el Tensor G5 es justo lo que Google quería de su chip. Y aunque a algunos no les convenza o no reconozcan sus beneficios, hay alternativas en el mercado.

Cambiando el enfoque

Lo cierto es que Google está intentando algo distinto. Su decisión de apostar por la inteligencia artificial con este chipset podría tardar años en demostrar si fue acertada o no. No obstante, es fácil olvidar que los mismos críticos de hoy son quienes ignoraron las versiones anteriores como la Pixel 4 XL cuando presentaban chips Qualcomm de última generación.

Un diseño intencionado

A veces parece que la gente olvida que el Pixel 10 no está diseñado para ser un superteléfono para gamers ni para editores de video en 4K; está pensado para mejorar nuestra experiencia diaria. Por supuesto, hay quienes quieren más potencia bruta y respeto su opinión. Sin embargo, reducir todo a eso sería un error. La realidad es que hay mucho más detrás del diseño del Tensor G5: se ha priorizado la optimización del software y el rendimiento general del dispositivo.

No podemos caer en la trampa de pensar que un teléfono tiene que cumplir todas nuestras expectativas personales. La clave es encontrar el equipo adecuado según nuestras necesidades y dejar atrás esa idea de comparar manzanas con peras solo porque llevamos una marca específica en nuestro bolsillo.