El Galaxy S26 Ultra podría revolucionar la privacidad con su nueva función ‘Pantalla Privada’
Imagina estar en el metro, revisando un mensaje delicado o introduciendo tu PIN y, de repente, sientes que todos te están mirando. ¡Qué incómodo! Eso es exactamente lo que muchos hemos experimentado. Afortunadamente, existen protectores de pantalla que ayudan a mantener nuestra privacidad, sobre todo en dispositivos premium como la serie Galaxy S25. Pero ahora Samsung parece tener una solución aún más ingeniosa para nosotros: el Galaxy S26 Ultra.
Un paso adelante en tecnología de visualización
Recientemente, desde Corea del Sur han surgido rumores emocionantes sobre este nuevo buque insignia. Se habla de una tecnología llamada ‘Flex Magic Pixel’, que podría hacer obsoletos esos molestos protectores de pantalla. Con esta innovación, la privacidad se convertiría en un estándar y no solo en una opción.
¿Cómo funcionará la ‘Pantalla Privada’?
Según filtraciones recientes, en el desarrollo del software One UI 8.5 se ha encontrado código relacionado con esta funcionalidad tan esperada. La compañía está refiriéndose a ella como ‘Pantalla Privada’. Esta característica limitará la visibilidad de la pantalla desde ángulos laterales y se activará automáticamente al usar aplicaciones sensibles o si estás rodeado de gente.
Pensémoslo bien: ¿quién no querría tener un modo que oscurezca su pantalla cuando usa aplicaciones bancarias? Además, podrás elegir manualmente qué apps quieres proteger con esta función y hasta programar cuándo debería activarse. ¡Es un avance realmente emocionante!
Aunque esta tecnología será exclusiva del Galaxy S26 Ultra, los demás modelos como el S26 Pro y S26 Edge seguirán necesitando sus protectores tradicionales. Sin embargo, lo que promete Flex Magic Pixel es bastante alentador para todos los amantes de la tecnología.
Así que sí, aunque todavía falte tiempo para el lanzamiento oficial, estos avances nos dan una idea clara de hacia dónde se dirige Samsung: hacia un futuro donde nuestra privacidad no sea solo un deseo, sino una realidad palpable en cada toque y deslizamiento.
